REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 20, 2024En un acontecimiento que marca una nueva etapa en el conflicto entre Ucrania y Rusia, el pasado martes, Ucrania lanzó misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos contra objetivos en territorio ruso. Este fue el primer uso de los misiles ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército) en suelo ruso desde el inicio de la guerra, tras la reciente autorización del gobierno de Joe Biden que permitió a Ucrania emplearlos fuera de su territorio.
El ataque se produjo a las 03:25 hora local (00:25 GMT) en la región de Bryansk, donde seis misiles balísticos fueron disparados hacia objetivos estratégicos. Según el Ministerio de Defensa ruso, cinco de estos misiles fueron interceptados exitosamente, mientras que uno resultó dañado, causando un incendio en una instalación militar de la zona. Afortunadamente, no se reportaron víctimas ni daños materiales significativos.
Las autoridades estadounidenses confirmaron a través de la cadena CBS que los misiles utilizados fueron efectivamente los ATACMS proporcionados por Estados Unidos. Este tipo de misiles, capaces de alcanzar hasta 300 kilómetros de distancia, representan una capacidad ofensiva considerable y son difíciles de interceptar, lo que los convierte en una herramienta estratégica clave en el conflicto.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, reaccionó de manera contundente durante una conferencia de prensa en el G20 de Río de Janeiro. Lavrov calificó el lanzamiento como una señal de escalada por parte de Occidente y advirtió que Rusia considerará esta acción como una nueva fase de la guerra, lo que podría implicar una respuesta militar más severa. «Esto es, por supuesto, una señal de que (desde Occidente) quieren escalar (el conflicto)», declaró Lavrov, subrayando que Rusia no tomará esta situación a la ligera.
Paralelamente, el ejército ucraniano confirmó que el ataque tuvo como objetivo un depósito de municiones en Bryansk, a aproximadamente 100 kilómetros de la frontera rusa, cerca de la ciudad de Karachev. El impacto del lanzamiento provocó 12 explosiones secundarias, aunque sin mayores repercusiones humanas.
Este desarrollo se da en un momento de creciente tensión, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, aprobó recientemente modificaciones a la doctrina nuclear del país. Estos cambios establecen que cualquier ataque de un Estado no nuclear respaldado por una potencia nuclear será tratado como un ataque conjunto contra Rusia, elevando así el umbral de respuesta en el conflicto.
Estados Unidos, por su parte, no ha emitido un comunicado oficial sobre el uso de los misiles ATACMS en territorio ruso, pero sí ha comentado sobre la actualización de la doctrina nuclear rusa. El Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca expresó: «Como dijimos a principios de este mes, no nos sorprendió el anuncio de Rusia de que actualizaría su doctrina nuclear».
Este ataque también coincide con el aniversario de 1.000 días de guerra entre Ucrania y Rusia, un hito que resalta la prolongada y devastadora naturaleza del conflicto. En este contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania hizo un llamado a sus aliados para que incrementen el apoyo militar, enfatizando: «Necesitamos la paz a través de la fuerza, no del apaciguamiento». Además, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó la restricción previa al uso de misiles ATACMS dentro de Rusia como «luchar con una mano atada a la espalda».
El despliegue de estos misiles de largo alcance también responde a la reciente movilización de tropas de Corea del Norte en apoyo a Rusia en la región fronteriza de Kursk, ocupada por Ucrania desde agosto. La capacidad de los ATACMS para alcanzar objetivos a gran distancia y su difícil interceptación representan una ventaja táctica significativa para las fuerzas ucranianas en el terreno.
Con este nuevo desarrollo, el conflicto entre Ucrania y Rusia podría entrar en una fase más intensa, con implicaciones potenciales para la seguridad regional y global. La comunidad internacional observa con preocupación estos movimientos, mientras ambas naciones recalcan su determinación de alcanzar sus respectivos objetivos estratégicos en medio de un escenario cada vez más complejo y peligroso.