Beyoncé, Celine Dion y Rihanna se oponen al uso de su música en la campaña de Trump

Varios artistas de renombre internacional, entre ellos Beyoncé, Celine Dion y Rihanna, han manifestado su descontento por el uso no autorizado de su música en la campaña del candidato presidencial Donald Trump. Este hecho ha generado un fuerte rechazo por parte de los músicos, quienes han advertido al equipo de Trump sobre posibles acciones legales si continúan utilizando sus canciones sin el debido permiso.

Recientemente, Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, compartió un video en el que se ve al exmandatario descendiendo de un avión mientras suena la canción “Freedom” de Beyoncé. Esta acción provocó una reacción inmediata de la artista, quien no solo expresó su desaprobación, sino que además amenazó con llevar el caso a los tribunales. Cabe destacar que el tema utilizado por Trump es la canción oficial de la campaña de Kamala Harris, quien sí cuenta con la autorización de Beyoncé para su uso.

Este no es un incidente aislado. En otro evento en Montana, el equipo de Trump utilizó la icónica canción “My Heart Will Go On” de Celine Dion durante un acto público, lo que llevó al equipo de la cantante a emitir un comunicado en el que afirmaban que el uso de la canción no estaba autorizado y que Dion no apoyaba dicho uso.

Esta situación recuerda episodios similares durante la campaña presidencial de Trump en 2020, cuando otros artistas como Rihanna, Phil Collins y los miembros de bandas como Panic! At The Disco y R.E.M. también exigieron que el entonces presidente dejara de utilizar sus canciones con fines políticos.

La oposición de los músicos a la campaña de Trump no es nueva. En 2016, Steven Tyler, vocalista de Aerosmith, envió una carta exigiendo que no se utilizara la canción “Dream On” en los eventos de Trump. Asimismo, Elton John se negó a tocar en la ceremonia de investidura de Trump en 2017, dejando claro que, aunque conocía a Trump y no tenía nada personal en su contra, sus diferencias políticas eran irreconciliables.

El uso no autorizado de música en campañas políticas ha sido un tema recurrente y controvertido, generando tensiones entre los artistas y los candidatos que buscan aprovechar la popularidad de ciertos temas musicales sin el consentimiento de sus creadores.