Detienen al expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol tras semanas de resistencia

El expresidente surcoreano Yoon Suk-yeol fue arrestado este miércoles 15 de enero, tras un tenso operativo que involucró a miles de policías y horas de negociación. La detención, llevada a cabo por la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO), marca la primera vez en la historia de Corea del Sur que un presidente en funciones es aprehendido.

La orden de arresto se ejecutó a las 10:33 a.m. hora local (1:33 GMT), luego de que las autoridades ingresaran finalmente a la residencia de Yoon en el distrito de Yongsan, Seúl. Durante la madrugada, la policía había intentado sin éxito acceder al recinto debido a una cadena humana formada por el equipo de seguridad presidencial y varios vehículos colocados estratégicamente para bloquear el paso.

Yoon, destituido por la Asamblea Nacional el pasado 14 de diciembre tras haber declarado brevemente la ley marcial, enfrentaba cargos por insurrección. La CIO, en coordinación con la policía y el Ministerio de Defensa, había intentado detenerlo previamente, pero este permaneció recluido en su residencia, calificando las investigaciones en su contra de «ilegales».

Horas antes de su arresto, el equipo legal del exmandatario emitió un comunicado en el que anunciaba su disposición a cooperar con las autoridades. Según el mensaje, Yoon buscaba evitar enfrentamientos violentos que pudieran causar heridos entre los manifestantes que se habían congregado en los alrededores, tanto a favor como en contra de su detención.

El operativo policial movilizó a 3,000 agentes y acordonó toda la zona. Durante las negociaciones, Yoon grabó un mensaje desde su residencia en el que expresó su decisión de rendirse para prevenir un «derramamiento de sangre». Finalmente, se le vio ingresando a la sede de la CIO para ser interrogado.

En el lugar, se reunieron aproximadamente 6,500 simpatizantes del expresidente, mientras que una treintena de parlamentarios del gobernante Partido del Poder Popular protestaron contra la medida. Pese a la resistencia inicial, las autoridades lograron ejecutar la orden, marcando un hito en la política surcoreana.