REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 3, 2024En Estados Unidos, las autoridades están implementando un nivel de seguridad sin precedentes para garantizar el desarrollo pacífico de las elecciones. Debido a preocupaciones sobre posibles disturbios, los gobiernos estatales y locales han desplegado una serie de medidas especiales para proteger tanto a los votantes como a los trabajadores electorales. Desde botones de pánico y francotiradores hasta la vigilancia con drones, se han dispuesto estrategias para enfrentar posibles situaciones de violencia.
El despliegue de estas medidas busca dar confianza a los ciudadanos en un ambiente electoral tenso, influenciado por los cuestionamientos y teorías de conspiración promovidas desde las elecciones de 2020. Las autoridades de estados como Arizona y Nevada han activado la Guardia Nacional y han incrementado la vigilancia en centros de votación clave, mientras que el secretario de Estado de Arizona ha revelado que porta un chaleco antibalas por precaución.
Según analistas políticos, estas acciones extraordinarias pretenden asegurar un entorno seguro para el voto, pero también reflejan la creciente polarización en el país. Tras las elecciones de 2020, cuando el expresidente Donald Trump se negó a aceptar su derrota, surgieron movimientos de negación electoral que han cobrado fuerza dentro del Partido Republicano y que ahora amenazan con influir en el comportamiento de los votantes y en la paz social durante este ciclo electoral.
Además de los riesgos internos, agencias federales como la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA) han señalado que actores extranjeros, especialmente Rusia, están difundiendo videos falsos en redes sociales para sembrar desconfianza y fomentar divisiones entre los estadounidenses. Estos contenidos incluyen videos manipulados donde se acusa falsamente a trabajadores electorales de destruir votos o de permitir el voto ilegal de extranjeros.
La incertidumbre en los días posteriores a las elecciones es otro foco de preocupación. En estados como Arizona y Pensilvania, donde el conteo puede extenderse, se teme que la desinformación genere tensiones y posibles intentos de interrumpir el proceso de conteo. En respuesta, oficinas de elecciones en lugares como el condado de Maricopa, Arizona, han implementado vigilancia reforzada con cámaras y drones, y el sheriff local ha movilizado hasta 200 agentes para monitorear el ambiente y mantener el orden.
A pesar de las preocupaciones, funcionarios electorales han expresado optimismo ante la alta participación anticipada en el voto por correo y en la votación anticipada en persona. Según Karen Brinson Bell, directora de la Junta de Elecciones de Carolina del Norte, la asistencia de los votantes refleja la confianza que la ciudadanía aún tiene en el sistema electoral.