Kamala Harris desafía a Trump y se compromete con la paz en Medio Oriente en su discurso de nominación

En el último día de la Convención Nacional Demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris aceptó formalmente la nominación de su partido como candidata a la presidencia de Estados Unidos, marcando un hito histórico al convertirse en la primera mujer afroamericana y de origen sudasiático en lograr esta distinción. El evento, celebrado en el United Center de Chicago, fue el escenario donde Harris expuso su visión para el país, abordando temas clave como la migración, la situación en Medio Oriente y el legado del expresidente Donald Trump.

En su discurso, Harris recordó a su madre, Shyamala Gopalan Harris, una inmigrante india que llegó a Estados Unidos con el sueño de ser una científica y quien se convirtió en una de las investigadoras más destacadas en el campo del cáncer de mama. Harris destacó los paralelismos entre su camino hacia la nominación y los desafíos que enfrentó su madre, enfatizando la importancia de mantener viva la esperanza y la determinación frente a las adversidades.

La candidata también abordó la problemática de la migración en Estados Unidos, expresando su confianza en que es posible regularizar la situación de los más de once millones de migrantes indocumentados que residen en el país, al mismo tiempo que se protege la frontera con México. Harris hizo un llamado a reformar el sistema migratorio, describiéndolo como «roto» y necesitado de una renovación que haga justicia a la historia de la nación como tierra de migrantes.

Harris también dedicó una parte significativa de su discurso a la situación en Gaza, prometiendo trabajar incansablemente para garantizar la seguridad y la dignidad de los palestinos y lograr un alto el fuego duradero. Su compromiso con la paz en Medio Oriente fue una de las promesas clave de su intervención, subrayando la importancia de devolver a los rehenes secuestrados por Hamás a sus familias.

La vicepresidenta no dejó de mencionar al exmandatario Donald Trump, a quien describió como un líder «poco serio» y advirtió sobre las consecuencias de un posible segundo mandato. Harris fue contundente al recordar las diversas controversias judiciales que rodean a Trump y advirtió que, de regresar al poder, podría utilizar su posición para su propio beneficio. Con un tono firme, Harris aseguró: «No vamos a dar marcha atrás», frase que ha resonado como un lema central de su campaña.

El apoyo a Harris también fue evidente durante la convención, con figuras destacadas como el jugador de la NBA Stephen Curry, quien apareció en un video proyectado durante el evento para expresar su respaldo a la candidata. Curry, quien recientemente visitó la Casa Blanca como campeón de la NBA, afirmó que Harris tiene lo necesario para liderar el país y mantener viva la esperanza en tiempos difíciles.