Mark Zuckerberg cena con Donald Trump en Mar-a-Lago

El jefe de Meta, Mark Zuckerberg, visitó a Donald Trump en su resort en Mar-a-Lago, lo que supone una evidencia más del aparente deshielo en sus previamente tensas relaciones.

El presidente electo ya mantiene una estrecha y destacada relación con otra de las figuras líderes en tecnología, Elon Musk, propietario de X.

Históricamente, no había tal cercanía entre Trump y Zuckerberg. De hecho, Trump fue expulsado de Facebook e Instagram tras los disturbios en el Capitolio, y llegó a amenazar al jefe de Meta con prisión si interfería en las elecciones presidenciales de 2024.

Sin embargo, recientemente han surgido indicios de que esas tensas relaciones están mejorando, culminando con una cena entre Zuckerberg y el presidente electo en su mansión de Florida.

«Mark agradeció la invitación para cenar con el presidente Trump y la oportunidad de reunirse con miembros de su equipo sobre la administración entrante», dijo un portavoz de Meta a la BBC.

«Es un momento importante para el futuro de la innovación estadounidense», añadió el comunicado.

En agosto, Trump escribió en un libro que Zuckerberg «pasaría el resto de su vida en prisión» si intentaba interferir en las elecciones de Estados Unidos en 2024.

Pero el presidente electo posteriormente suavizó su postura, diciendo en un podcast en octubre que era «agradable» que Zuckerberg «se mantuviera al margen de las elecciones» y agradeciéndole una llamada telefónica personal después de enfrentar un intento de asesinato.

También ha habido indicios de que Zuckerberg está tratando de mostrarse más conciliador con el próximo presidente de Estados Unidos.

Trump fue expulsado de las plataformas de Meta, Facebook e Instagram, en 2021 por lo que la compañía calificó como «elogios a personas involucradas en violencia en el Capitolio el 6 de enero». Sin embargo, esa suspensión ha sido levantada desde entonces.

En agosto de este año, Zuckerberg expresó su arrepentimiento por haber reducido la promoción de contenido relacionado con acusaciones sobre Hunter Biden, el hijo de Joe Biden, que había sido un tema de conversación de la derecha en Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales de 2020.

Zuckerberg también afirmó que no haría más contribuciones para apoyar la infraestructura electoral, después de que una donación de 400 millones de dólares en 2020 fuera vista por algunos como una forma de eludir los límites de donaciones.

Zuckerberg aseguró que sus donaciones fueron diseñadas para ser no partidistas y que su objetivo era ser neutral en las elecciones.

No se sabe de qué hablaron ambos durante la cena en la casa de Trump en Florida.

Meta, sin embargo, ha enfrentado una creciente regulación en los últimos años, incluyendo un caso antimonopolio en curso presentado por la Comisión Federal de Comercio (FTC) en 2020.

A pesar de ello, las aparentemente mejores relaciones de Zuckerberg con el presidente electo han sido completamente eclipsadas por la cercanía de Trump con Elon Musk.

La relación estrecha entre Trump y el dueño de X resultó en más de 100 millones de dólares en donaciones de campaña, junto con respaldos del multimillonario y sus seguidores.

Su relación es tan estrecha que algunos han apodado a Musk su «Primer Amigo», un juego de palabras en referencia al título de Primera Dama de la esposa del presidente.

Esto ha llevado a que Musk sea colocado a cargo de un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge), lo que podría darle no solo influencia sobre políticas gubernamentales, sino también sobre las regulaciones que amenazan su imperio empresarial.

Sin embargo, Zuckerberg y Musk tienen una rivalidad de larga data.

Algunas de sus diferencias provienen de serios asuntos comerciales, como una colaboración fallida en 2016 cuando un cohete de SpaceX explotó mientras transportaba un satélite de Facebook.

Su conflicto continuó, convirtiéndose eventualmente en una guerra de palabras sobre una posible pelea en jaula.

Aunque ninguno de los dos ha retrocedido públicamente, parece poco probable que el enfrentamiento entre los multimillonarios llegue a ocurrir.