Más de 1.000 trabajadores de salud muertos en Gaza tras ataques israelíes

La ONU ha denunciado que, desde el inicio de los enfrentamientos en Gaza, el ejército israelí ha bombardeado 27 hospitales y 12 centros médicos, según informó Volker Türk, alto comisionado para los derechos humanos. Algunos de estos establecimientos han sido atacados hasta seis veces, lo que ha provocado una grave crisis humanitaria en la región.

Durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, convocada por Argelia, Türk advirtió que estos ataques han causado la muerte de 1.050 profesionales del sector médico, todos ellos civiles que cumplían funciones esenciales durante el conflicto. Según el Ministerio palestino de Salud, la situación se agrava debido a los crecientes obstáculos impuestos por Israel a las agencias humanitarias y a los organismos de la ONU para brindar asistencia médica.

El alto comisionado subrayó que el derecho internacional exige distinguir entre objetivos civiles y militares. “El uso de artillería pesada contra hospitales es difícil de justificar bajo este principio, y su destrucción deliberada constituye un crimen de guerra”, afirmó Türk. Además, calificó estos actos como un “castigo colectivo”, también considerado un crimen según el derecho internacional.

Israel, por su parte, ha argumentado que algunos hospitales son utilizados por militantes de Hamás como refugios o bases operativas. Sin embargo, Türk destacó que las pruebas presentadas por Israel son insuficientes y, en ocasiones, contradictorias. Reiteró la necesidad de realizar una investigación independiente, transparente y exhaustiva para esclarecer tanto los ataques como el presunto uso indebido de estas instalaciones por parte de Hamás.

A pesar de las reiteradas solicitudes de la ONU, Israel se ha negado a permitir investigaciones independientes sobre sus acciones durante la guerra, al igual que impide desde hace quince meses el acceso de periodistas a la zona del conflicto. Mientras tanto, la población civil y los trabajadores médicos continúan enfrentando una situación crítica, agravada por la falta de acceso a servicios esenciales y la amenaza constante de nuevos ataques.