Presidente electo José Raúl Mulino aborda crisis migratoria y judicial en su plan de gobierno para Panamá

Presidente electo José Raúl Mulino abordó la crisis migratoria y se pronunció sobre el caso de Ricardo Martinelli

José Raúl Mulino, presidente electo de Panamá, en entrevista con la W Radio de Colombia, propuso cerrar el Darién como medida para abordar la creciente crisis migratoria que enfrenta el país. Esta propuesta se basa en implementar un programa de seguridad con tecnología avanzada y fortalecer la colaboración con Colombia. Mulino enfatizó que esta solución es preferible a la situación humanitaria diaria que se enfrenta en la región, destacando que el año pasado más de 600,000 migrantes irregulares cruzaron por el Darién.

El presidente electo expresó su interés en establecer una relación franca y abierta con el presidente colombiano Gustavo Petro para enfrentar conjuntamente el desafío migratorio. Además, señaló la importancia de la cooperación con Estados Unidos para resolver el problema migratorio, que incluye no solo a venezolanos y colombianos, sino también a personas de Haití, África, India y China que tienen como destino final los Estados Unidos.

Mulino también abordó el tema de la crisis en la mina de cobre, declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia de Panamá debido a un contrato renovado de concesión. Propuso explorar la idea de «abrir para cerrar» la mina, utilizando los ingresos generados por la explotación para financiar su cierre gradual, sin comprometer el medio ambiente ni la estabilidad del país.

Además, el presidente electo se pronunció sobre el caso del expresidente Ricardo Martinelli, quien fue inhabilitado tras ser condenado por blanqueo de capitales. Mulino expresó su deseo de que se resuelva el tema jurídico y criticó lo que percibe como una persecución política en el país durante la última década.

Mulino afirmó su independencia como jefe de Estado y reiteró su compromiso de gobernar con los mejores intereses del país, sin compromisos externos. Subrayó que su gobierno será transparente y respetuoso de la separación de poderes, pero también estará enfocado en resolver los problemas urgentes que enfrenta Panamá.