EL presidente electo, José Raúl Mulino se comprometió en trabajar por  la unidad y en respetara la libertad de expresión

EL presidente electo, José Raúl Mulino se comprometió en trabajar por  la unidad y en respetara la libertad de expresión

José Raúl Mulino ofreció un discurso el pasado domingo 5 de mayo, momentos después de recibir la llamada del Tribunal Electoral (TE) que lo confirmaba como el nuevo presidente electo de la República de Panamá.

En sus palabras, Mulino compartió su sorpresa al recordar cómo, en octubre de 2023, Ricardo Martinelli le propuso ser su candidato a la vicepresidencia, un escenario que no había imaginado. Sin embargo, asumió este reto con humildad y gran responsabilidad.

El presidente electo enfatizó su compromiso con la unidad nacional, declarando su intención de evitar confrontaciones y poner fin a la persecución política, mientras promete respetar la libertad de expresión. Durante su intervención, envió un abrazo a Ricardo Martinelli, a quien visitó en la sede de la embajada de Nicaragua esa misma mañana.

Mulino también mencionó las llamadas de felicitación recibidas del presidente Laurentino Cortizo, de Rómulo Roux y del vicepresidente José Gabriel Carrizo. Destacó la actitud de Roux al reconocer su derrota, anunciando su intención de convocar a líderes políticos y representantes de diferentes sectores para construir una unidad nacional sin sesgos partidistas en su próximo gobierno.

Además, el presidente electo expresó su disposición para dialogar con todas las fuerzas políticas presentes en la Asamblea Nacional, donde se espera una distribución equitativa de poder sin mayorías claras.

Mulino aprovechó la ocasión para solicitar respeto hacia su persona por parte de los medios de comunicación, comprometiéndose a hacer lo mismo. Hizo referencia a un incidente matutino con periodistas que buscaban provocarlo con preguntas incisivas durante su visita a los centros de votación.

Concluyó su discurso reafirmando su compromiso con la libertad de expresión y su determinación de no ser influenciado por intereses externos, antes de despedirse de sus seguidores para dirigirse a la sede del Tribunal Electoral, donde lo esperaban los magistrados Alfredo Juncá, Eduardo Valdés y Luis Guerra.