Solemne adiós al Papa Francisco: el funeral será el 26 de abril en la Plaza de San Pedro

Fieles podrán despedirse en San Pedro

El Vaticano se prepara para despedir al Papa Francisco con una serie de ceremonias litúrgicas que marcarán el final de una era en la historia de la Iglesia Católica. El Santo Padre será velado en la Basílica de San Pedro a partir del miércoles 23 de abril, permitiendo que los fieles de todo el mundo puedan rendirle homenaje antes de su funeral, previsto para el sábado 26 de abril a las 10:00 de la mañana en la Plaza de San Pedro.

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha anunciado que la Misa fúnebre será presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, Decano del Colegio de Cardenales. Junto a él, concelebrarán la ceremonia patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes venidos desde los cinco continentes. El acto concluirá con los ritos de la Ultima commendatio y la Valedictio, que marcan el inicio de los Novemdiales, los tradicionales nueve días de luto y oraciones por el alma del Pontífice.

El miércoles por la mañana, a las 9:00, el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Santa Iglesia Romana, presidirá el rito de la traslación del féretro desde la capilla de la Casa Santa Marta hasta la Basílica de San Pedro. Esta solemne procesión comenzará con un momento de oración y recorrerá la Plaza de Santa Marta y la Plaza de los Protomártires Romanos. Luego, atravesará el Arco de las Campanas para ingresar en la Plaza de San Pedro y finalmente accederá al templo por la puerta central.

Una vez en el interior, el cuerpo del Pontífice será colocado ante el Altar de la Confesión, donde el cardenal Farrell dirigirá una Liturgia de la Palabra. Al término de esta celebración, se abrirán las puertas para que los fieles puedan acercarse a despedirse del Papa.

Tras el funeral del sábado, los restos de Francisco serán llevados a la Basílica de Santa María la Mayor, donde descansarán definitivamente.

Estas ceremonias no solo buscan honrar la memoria del Papa Francisco, sino también invitar al mundo católico a reflexionar sobre su legado pastoral, su compromiso con los pobres y su constante llamado al diálogo y la fraternidad entre los pueblos.