REDACCIÓN | Panamá en Directo
Panamá | noviembre 27, 2024La calificadora Standard & Poor’s Global Ratings (S&P) redujo la calificación crediticia de Panamá a «BBB-«, colocándola a un paso de perder su grado de inversión. Esta decisión refleja una combinación de factores como el aumento sostenido de la deuda pública y la limitada flexibilidad fiscal del país.
El informe de S&P detalla que la carga de intereses sobre la deuda pública ha incrementado la vulnerabilidad del país frente a posibles cambios en las condiciones económicas globales. Según sus proyecciones, el déficit fiscal, que actualmente equivale al 6% del PIB, se reducirá gradualmente hasta un 3.3% en 2027. Sin embargo, la deuda neta del gobierno general alcanzará el 49% del PIB, con pagos de intereses que consumirán casi el 19% de los ingresos gubernamentales.
La rebaja también se extiende a las calificaciones soberanas de corto plazo, que pasaron de “A-2” a “A-3”. A pesar de mantener el grado de inversión, la perspectiva estable asignada refleja una expectativa de que Panamá pueda implementar reformas clave en los próximos años. Entre las posibles medidas se encuentran ajustes fiscales orientados a estabilizar la creciente deuda pública, mejorar la eficiencia tributaria y reducir la evasión fiscal.
El informe menciona como factor positivo la diversificación económica del país, que podría mantener un crecimiento promedio del PIB del 4.1% a partir de 2025, impulsado en parte por los ingresos estables generados por el Canal de Panamá. No obstante, advierte que factores externos, como riesgos geopolíticos y cambios en el comercio global, podrían limitar este aporte estratégico.
Un aspecto crítico señalado por S&P es la urgente necesidad de reforma en el sistema de pensiones. La calificadora indica que medidas como aumentar las contribuciones de los empleadores y ajustar la edad de jubilación serán clave para estabilizar las finanzas públicas a largo plazo. La demora en estas reformas podría agravar los problemas fiscales del país y aumentar la presión sobre la calificación crediticia.
S&P identifica dos posibles caminos para Panamá en los próximos 12 a 24 meses:
- Escenario negativo: Una rebaja adicional podría ocurrir si el gobierno no logra reducir los déficits fiscales, si el crecimiento económico es menor al proyectado o si la deuda sigue creciendo de manera más acelerada de lo esperado.
- Escenario positivo: Por el contrario, una mejora en la calificación podría darse si el desempeño fiscal y externo del país supera las expectativas mediante un control más estricto del gasto público y un fortalecimiento de los ingresos.
Panamá se une a otros países de la región que enfrentan presiones crediticias, aunque mantiene cierta ventaja debido a su economía diversificada y estabilidad política. Sin embargo, la decisión de S&P sigue a la reciente degradación de la calificación por parte de Fitch, mientras que Moody’s aún mantiene al país en el grado de inversión, también a un escalón de una posible rebaja.
Con estos antecedentes, el futuro fiscal de Panamá dependerá en gran medida de la capacidad del próximo gobierno para implementar políticas sólidas y garantizar un manejo prudente de la deuda pública.