Trump y Harris se enfrentan en un debate con acusaciones cruzadas

Este martes, Donald Trump y Kamala Harris se enfrentaron en un esperado debate presidencial en el Centro Nacional de la Constitución de Filadelfia. Fue un encuentro marcado por fuertes acusaciones, centradas principalmente en la economía, la inmigración y la política exterior. Ambos candidatos intentaron ganar el apoyo de los votantes indecisos en un contexto electoral muy reñido.

El intercambio de opiniones fue tenso desde el principio. Harris extendió la mano para saludar a Trump al comienzo del debate, rompiendo con la incógnita sobre si habría un saludo formal. Sin embargo, el ambiente se tornó rápidamente más áspero, con críticas mutuas a las políticas de cada uno.

Uno de los momentos más comentados fue cuando Trump advirtió que, de ganar Harris, Estados Unidos se convertiría en una «Venezuela con esteroides», reforzando su postura contra la inmigración ilegal. Harris, por su parte, acusó a Trump de utilizar retórica racista y de dividir a los estadounidenses, llamando a un enfoque más humano y realista para abordar los desafíos del país.

El tema de la seguridad fronteriza y la deportación de inmigrantes fue uno de los puntos álgidos. Trump evitó dar detalles sobre su prometida operación masiva para deportar a 11 millones de inmigrantes, mientras que Harris insistió en que es hora de superar las políticas de miedo y centrarse en soluciones prácticas.

Además de la inmigración, ambos candidatos discutieron sobre el derecho al aborto, el control de armas y la crisis climática. Harris subrayó su compromiso con los derechos de las mujeres y desmintió afirmaciones de Trump, como la supuesta «ejecución de bebés» tras el nacimiento, una declaración desmentida en vivo por los moderadores del debate.

El encuentro dejó claro que las diferencias entre ambos candidatos son profundas, y el debate podría ser un factor decisivo en las próximas elecciones, en las que las encuestas reflejan una competencia extremadamente cerrada entre Harris y Trump.