Panamá se despide con dolor y gratitud del Papa Francisco, el pastor que caminó entre nosotros

Francisco en la memoria: Panamá recuerda su paso con amor y oración

La Iglesia Católica en Panamá ha expresado su profundo pesar ante el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, en una jornada marcada por la emoción, el recogimiento y la memoria viva de quien fuera, para muchos, un faro de cercanía, humildad y valentía profética.

El arzobispo metropolitano de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, O.S.A., emitió un comunicado oficial en nombre de la Iglesia local, en el que resalta la huella indeleble que el pontífice argentino dejó en el corazón del pueblo panameño.

“Nos unimos al luto de la Iglesia Universal con dolor, pero también con la esperanza puesta en la promesa del Resucitado”, expresó monseñor Ulloa. “Panamá llora la partida de un Papa que nos enseñó a soñar con una iglesia en salida”.

Francisco, el primer Papa latinoamericano, marcó profundamente a Panamá con su visita durante la Jornada Mundial de la Juventud en enero de 2019. Su paso por tierras istmeñas no solo fue un evento multitudinario, sino una vivencia espiritual que todavía resuena en parroquias, familias y movimientos juveniles. En aquel encuentro, el Papa mostró su rostro más humano: abrazó a los pobres, escuchó a los jóvenes, se conmovió con los privados de libertad y habló sin rodeos de justicia social, migración y cuidado de la creación.

“La ternura con los pequeños, su palabra clara, su defensa firme de la dignidad humana… Todo ello encontró eco en nuestro pueblo”, subraya el comunicado del arzobispo.

Desde su elección en 2013, el Papa Francisco redefinió el modo de ser pastor: prefirió la sencillez a la pompa, la periferia al centro, la misericordia al juicio. El arzobispo Ulloa lo recuerda como un “padre cercano, humilde servidor de los pobres y pastor con olor a oveja”, en alusión a una de las expresiones más representativas del pontificado.

La Iglesia panameña ha invitado a todas las parroquias, comunidades religiosas y fieles laicos a celebrar misas en su memoria, y a elevar oraciones agradecidas por su vida y ministerio. “Confiamos en que el Señor lo ha recibido como siervo bueno y fiel”, señala el texto.

También se hizo un llamado a mantener vivo el legado de Francisco: una iglesia comprometida con los descartados, abierta al diálogo, valiente en la denuncia de las injusticias, y profundamente enraizada en el Evangelio.

“Que María Santísima, Madre de la Iglesia, lo conduzca al encuentro eterno con el Padre”, concluye el comunicado, mientras en templos de todo el país se inician vigilias, homenajes espontáneos y cantos de esperanza.